Apúntate a una academia, consigue un buen profesor, hazte con un libro adecuado a tu nivel, escucha música en inglés, ve pelis y series en V.O., habla con nativos… Todo está muy bien, pero es de cajón y además ya lo sabes. Este artículo no va de los típicos consejos generales para mejorar tu inglés que todo el mundo conoce. En este artículo te contamos ocho trucos específicos para mejorar tu inglés. Todos los puedes hacer en tu casa todos los días, sin involucrar a nadie más y sin gastar un euro. Aquí los tienes.
1. Estudia en voz alta
Aunque leer en inglés está muy bien, no conocemos a mucha gente que diga “yo es que quiero aprender a leer en inglés”. No. La gente lo que necesita es HABLAR inglés. Si no te escuchas a ti misma o a ti mismo diciendo lo que vas aprendiendo en voz alta, si no sabes cómo tienes que poner la boca para pronunciar ciertos sonidos y si no lo practicas lo suficiente cuando estás estudiando, no vas a ser capaz de arrancarte a hablar en la vida real. Así de claro.
2. Háblate
Hablar sola o solo te puede parecer una tontería. Bueno, más tontería es no conseguir comunicarte en inglés después de llevar toda la vida intentando aprenderlo, ¿no? Siempre que estés sola o solo en casa, aprovecha para hablar en voz alta. Por ejemplo: cuéntate lo que vas a hacer durante el día cuando estés en la ducha por las mañanas o cuéntale a una cámara imaginaria qué receta estás siguiendo mientras preparas la cena. ¡O lo que se te ocurra! Así te dará menos vergüenza cuando tengas que hablar con alguien en inglés, y además trabajarás tu gramática y tu vocabulario.
3. Grábate
Si no te escuchas, no sabrás dónde están tus errores. Suéltale un monólogo sobre cómo te ha ido el día a tu grabadora de sonidos y evalúate después. Si improvisar no es lo tuyo, otra opción para mejorar tu pronunciación es coger un texto en inglés y grabarte mientras lo lees. Después piensa en qué puedes mejorar y trabaja esos aspectos.
4. Presta atención al ritmo y a cómo se unen los sonidos
Na-die-ha-bla-co-mo-un-ro-bot. Escucha cómo se unen los sonidos en inglés y reprodúcelo mientras hablas. Un ejemplo práctico: fíjate en la frase “How much is it?” (‘¿Cuánto cuesta?’). Nadie dice “How-much-is-it?”, así, separando las palabras. Lo que se oye es más bien esto: /háumaa·chi·sit/. Pues cuando te aprendas esta frase, apréndetela así. Y lo mismo con todo lo demás. Verás como así entiendes mucho mejor cuando te hablen y como tu inglés empieza a sonar mucho más fluido.
5. Cambia la velocidad
Ya sea cuando hables solo o sola, cuando leas en voz alta, o cuando practiques con distintas estructuras, prueba a hacerlo primero muy lentamente, todo lo despacio que puedas, como si hablaras a cámara lenta, y después ve subiendo el ritmo, cada vez más rápido, hasta que casi no puedas vocalizar. Este ejercicio es buenísimo para ver cómo se articula cada sonido y para ganar en agilidad.
6. Imita a los guiris
Casi todos los hispanohablantes que conocemos imitan a los guiris hablando castellano a la perfección. Te parecerá una tontería, pero ésta es una forma fantástica de pillar la entonación del inglés y de practicar con los sonidos que no existen en castellano. Por ejemplo, di varias veces en voz alta “¿Mei poune una servvveisa, pour favour?”, y luego quédate con esa entonación para decir: “Can I have a beer, please?”. ¡Verás cómo te sale mucho mejor!
7. Cuando no tengas otra cosa que hacer, traduce mentalmente
Quédate con las frases que leas o escuches cuando vayas en el metro o estés viendo la tele, por ejemplo, y piensa cuál sería la mejor forma de traducirlas al inglés. Es perfecto para adquirir nuevo vocabulario y expresiones, y para trabajar tu agilidad oral. ¡Además no te vas a aburrir nunca!
8. Crea mil estructuras a partir de una sola frase
Este truco va genial para trabajar la gramática. Por ejemplo, imagina que vas en el metro y alguien dice “Mi padre está en casa”. Tradúcelo mentalmente: “My father is at home”. ¿Y ayer? “My father was at home yesterday”. ¿Y mañana? “My father will be at home tomorrow”. ¿Y esta mañana? “My father has been at home this morning”. ¡Bien! Y ahora, repite con otro sujeto, por ejemplo: “They’re at home”, “They were at home yesterday”, “They will be at home tomorrow”, “They’ve been at home this morning”. Vale, y ahora en negativa: “My father isn’t at home”, “My father wasn’t at home yesterday”, “My father won’t be at home tomorrow”, etc. ¿Y en interrogativa? “Is my father at home?”, “Was my father at home yesterday?”, “Will my father be at home tomorrow?”, etc. Sigue así todo el rato que puedas y luego prueba con más frases. Ah, y si lo haces en un sitio donde lo puedas decir en voz alta o puedas grabarte diciéndolo, ¡mejor todavía!
Extra: el mejor truco de todos
Siempre lo decimos, pero no nos cansamos de repetirlo: el mejor truco para aprender inglés es la constancia. Todos estos consejos están muy bien, pero no sirven de nada si no eres constante. Y no vas a ser constante si te agobias por querer aprenderlo todo YA, porque así lo único que vas a conseguir es pasarlo mal y odiar el inglés. No te estreses: haz un poquito todos los días, sin atracones, y sobre todo… disfrútalo. Lo poco que hagas cada día ya es mucho más que no hacer nada.
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